Una frenectomía, también conocida como frenotomía, puede referirse a cualquier procedimiento en el que se corte o modifique el tejido de unión en el cuerpo.

Los procedimientos de frenectomía son bastante comunes, especialmente durante la etapa infantil de la vida. Las frenectomías genitales, como la circuncisión, por ejemplo, ocurren con frecuencia en los Estados Unidos.

La mayoría de las veces, sin embargo, el término se refiere a un procedimiento oral destinado a resolver una corbata de lengua o una corbata de labios.

En la boca, el “frenum” se refiere a un pedazo de tejido blando conectado a los labios y las encías. Si el frenum es demasiado corto o demasiado apretado, puede interferir con la lactancia materna, la deglución o el desarrollo del habla.

Si se descubre que usted o su hijo están sufriendo los efectos secundarios indeseables de un frenillo alargado, se puede recomendar una frenectomía como solución permanente. El cirujano oral evaluará el frenum o frena en cuestión para determinar si el procedimiento es necesario o no. Por lo general, a menos que el frenum existente esté causando un problema con la alimentación, como la lactancia materna en bebés y niños pequeños, o esté complicando el habla, se consideran primero enfoques más naturales y no invasivos. Si la cirugía se considera necesaria, se realiza en el consultorio del cirujano oral. El procedimiento completo normalmente dura solo de 10 a 15 minutos. La recuperación se considera completa en cuestión de dos semanas, tiempo durante el cual el paciente a menudo recibe medicamentos para aliviar el dolor para ayudar con el dolor en el sitio quirúrgico. Los procedimientos adecuados después del cuidado, incluyendo mantener la zona limpia y evitar el movimiento innecesario de la lengua, se explican al paciente antes de salir del centro de cirugía oral.